domingo, 19 de marzo de 2017

PARA CAMBIAR DE RUMBO NUESTRO CAMINO


En una noche de Luna Llena se deja un recipiente amplio bajo la Luna, con hojas de albahaca, hojas de romero, pétalos de rosas y unas gotas de esencia de jazmín.
Por la mañana se sumergen los pies en esa agua.

Puedes añadirle agua caliente para que resulte mas confortable y no pierde las propiedades mágicas.
Haz de meter los pies en el agua. pero la clave es que las metas cruzadas. Ese gesto es para cambiar el rumbo cuando las cosas están atravesadas.
Después de unos minutos sacas los pies manteniéndolos cruzados.

Los separas despacio y los apoyas en el suelo mientras dices:

“Que mis pasos caminen por senderos sin sombras.
Que los obstáculos se aparten a mi paso.
Que se enderecen los asuntos y se encaucen los hilos del destino”

Es interesante hacérselo a los niños, como se hacen estas cosas con la gente menuda, como un juego, para protegerlos y para ayudar a que caminen venciendo las dificultades.
En épocas de exámenes, por ejemplo, este pequeño rito, podría ser de interés para los estudiantes.



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