miércoles, 15 de febrero de 2017

VELAS Y VELADORAS

El fuego es una fuente de poder y de destrucción, pero también un puente entre el mundo natural y el sobrenatural. Funciona como una alabanza psíquica, que despierta los poderes extrasensoriales latentes.
Una vela encendida pone en movimiento las fuerzas sutiles de la naturaleza: Lo sólido (la cera) se transforma en aire, fuego y agua. De esta manera, la vela es una receptora de peticiones y cuando se enciende, expande y transmite la solicitud que uno formula.
Para una mayor fluidez del trabajo espiritual, se recomienda prender las velas con la mano derecha y utilizando cerillos, nunca encendedor. En el altar, siempre deberá haber una vela o veladora encendida. Cuando sea necesario apagar la flama, debe hacerlo con los dedos o con una tapa de metal; no la apague con un soplido, pues disiparía la energía.
Es necesario que al encender una vela, haya una actitud de mucha concentración y respeto. La energía que emana de su mente alimenta la energía contenida en la vela y al vibrar juntas en el espacio cósmico se obtiene la respuesta al propósito por el cual fue encendida.

Para lograr óptimos resultados, las velas deben ser de parafina, y su color estará en función del ritual que vaya a realizar. A continuación presento los significados para los colores más comunes utilizados:

Dorado: Gratitud, iniciación y ayuda en la apertura de caminos para obtener beneficios económicos.
Blanco: Atrae la paz, la armonía y purifica los deseos. Se utiliza en rituales de consagración, meditación, adivinación, exorcismo y hechizos que implican la curación, la clarividencia, la verdad, la fuerza espiritual y la energía lunar.
Rojo: Sentimientos de amor relacionados con pasión y deseo, armonía total con la pareja y estabilidad emocional.
Morado: Ayuda a mantener la buena salud; rechaza cualquier enfermedad natural o provocada por algún hechizo. Transmuta las energías negativas.
Azul: Entendimiento y concentración, por lo que se sugiere para asuntos académicos.
Rosa: Para contrarrestar la vanidad, ablanda los corazones duros; hechizos para el amor y rituales que implican la amistad o la feminidad. Si se combina con el color rojo, da mejores resultados en el terreno amoroso.
Negro: Fuerza y poder.
Café: Facilita la comunicación con lo sobrenatural, con el más allá. Mejora los poderes de concentración y de telepatía.
Amarilla: Sabiduría, serenidad y suerte en todas las áreas de la vida. Espiritualmente, para recibir la luz y alimentar el espíritu
Verde: Conocimiento supremo, estabilidad, orientación en el camino espiritual, trabajos relacionados con triunfos profesionales y personales, abundancia de bienes y temas relacionados con la comunicación, inteligencia y esperanza. Nos acerca al ser amado, al sexo, simboliza las uniones y las reconciliaciones amorosas y trabaja en el desamor.
Naranja: Fuerza, capacidad para superar obstáculos, fertilidad masculina. Favorece al magnetismo y a las curaciones. Simboliza al comercio y al intercambio, al orden, al razonamiento y a la lógica.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario